Quienes tienen piel grasa o mixta suelen compartir la misma preocupación: poros abiertos, textura irregular y esa sensación de que la piel nunca se ve tan lisa como quisieran, incluso después de limpiarla. Y aunque es muy común escuchar frases como “cierra los poros con agua fría” o “tal mascarilla te los cierra”, la realidad es diferente y la explicación es sencilla:
Los poros no se cierran
Los poros abiertos son una característica natural de la piel y, son inevitables ya que son los conductos a través de los cuales se liberan el sebo y las impurezas. Sin embargo, aunque no se pueden evitar por completo, sí se pueden minimizar y prevenir en cierta medida.
¿Por qué los poros se ven más grandes?
Es una duda súper común, y la explicación es más sencilla de lo que parece. Cuando el poro se llena de sebo, células muertas y otras impurezas, su forma se estira y por eso se ve más grande a simple vista. Pero no es la única razón. La apariencia de los poros abiertos depende de varios factores, y entre los más frecuentes se encuentran:
- Exceso de grasa en la piel
- Acumulación de células muertas
- Inflamación o brotes
- Pérdida de elasticidad
- Genética y tipo de piel
¿Qué se puede hacer para mejorar la apariencia de los poros?
El enfoque correcto no es intentar “cerrarlos”, sino mediante una adecuada rutina de cuidado, la piel se puede mantener limpia, equilibrada y protegida. Esto ayudará a prevenir la acumulación de sebo y suciedad en los poros, lo que a su vez puede reducir la aparición de poros abiertos.
Effaclar Bb Blur Natural Spf 24 de La Roche-Posay
Este producto proporciona una transformación instantánea de la superficie de la piel. Las imperfecciones se cubren. El tono de la piel se unifica en un color natural. La tecnología Airlicium absorbe la grasa y la humedad, dejando la piel matificada y el tono de la piel uniforme, con un toque aterciopelado.
Con los productos adecuados, una rutina constante y elecciones inteligentes, es totalmente posible reducir su apariencia y lograr una piel que se vea más uniforme día a día. Recordar esto ayuda a quitar presión: no se trata de tener una piel perfecta, sino de aprender a cuidarla para que luzca y se sienta mejor.
