Acércate un poco al espejo. Si notas que tu piel tiene una textura irregular, luce apagada o sientes que tus poros están más marcados de lo normal, puede que estés necesitando sumar un cuarto paso a tu rutina básica: la exfoliación.

Este gesto tan sencillo puede transformar visiblemente tu piel, porque elimina impurezas, células muertas y restos de grasa que se acumulan en la superficie y obstruyen tus poros. La buena noticia: exfoliar es una de las mejores cosas que puedes hacer para que tu piel recupere suavidad, luz y una textura más uniforme.

¿Qué es exactamente la exfoliación y por qué es tan importante?

La exfoliación es el proceso de renovar la capa más superficial de la piel mediante la eliminación de células muertas. Esas células, cuando no se desprenden de forma natural, se quedan acumuladas y generan:

  • Piel opaca
  • Poros bloqueados
  • Textura irregular
  • Aparición de brotes o acné
  • Dificultad para que otros productos penetren
Exfoliación de la piel

Al exfoliar, no solo ayudas a limpiar más profundo: potencias toda tu rutina, desde tus hidratantes hasta tus serums. La piel queda más receptiva, más suave y más equilibrada.

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¿Con qué frecuencia debes exfoliar tu piel?

Aquí no hay una fórmula única: todo depende de tu tipo de piel. Pero como guía general:

  • Piel sensible o seca: 1 vez por semana
  • Piel normal o mixta: 1–2 veces por semana
  • Piel grasa o con tendencia acneica: 2–3 veces por semana, sobre todo si usas BHA

Siempre escucha tu piel. Si notas irritación, ardor o exceso de sensibilidad, reduce la frecuencia.

Tip: La noche es el mejor momento para exfoliar, porque la piel se regenera mientras duermes. Conoce esta rutina de noche para cuidar tu piel

Cómo exfoliar tu piel de forma segura y efectiva

Para que este cuarto paso sume —y no reste— sigue estas recomendaciones:

  • Elige siempre exfoliantes adecuados a tu tipo de piel.
  • Evita exfoliación física fuerte en el rostro.
  • Limpia bien tu piel antes de exfoliar.
  • Hidrata después para reponer la barrera cutánea.
  • Usa protector solar al día siguiente (sí o sí).
  • Evita mezclar exfoliantes con retinoides u otros activos fuertes sin guía profesional.

la exfoliación es ese paso que potencia todo lo demás

Exfoliar no solo mejora cómo se ve tu piel hoy: mejora cómo responde mañana. Es el paso que equilibra, renueva y prepara tu piel para absorber mejor cada producto de tu rutina. Si aún no lo has incorporado, puede que ahí esté la pieza que te falta para ver resultados reales.